miércoles, 22 de julio de 2015

Un viaje en el tiempo

Esta mañana amanecía con el cielo cubierto y la niebla baja, tan baja que parecía que nuestras tiendas
estuvieran en una cumbre de la Cordillera Cantábrica. La música nos sacaba de nuestras tiendas y la mañana empezaba, a pesar de la lluvia, con mucha alegría.

Pronto por la mañana, tras el desayuno y los servicios básicos, hemos emprendido el viaje en autobús hacia los valles de Valderredible y de Campoó, en el sur de Cantabria. Un viaje que nos ha supuesto un verdadero “viaje en el tiempo”.

Lo primero que pudimos contemplar fue el Centro de Interpretación del Rupestre en Santa María de
Valverde, y la ermita rupestre del mismo nombre. Esta ermita, abierta al culto, es una de las mayores y mejores conservadas del rupestre. En el centro de interpretación, a través de una proyección y efectos audiovisuales, hemos podido entender la vida de los primeros eremitas que habitaron algunas de las cuevas y ermitas de esta zona de Cantabria y del norte de Palencia y Burgos.

De allí nos desplazamos hasta Argüeso, en Campoó, donde hemos visitado el Poblado Cántabro. Ambientado en la Edad del Hierro, es una recreación de un poblado cántabro de la época. Chozas de adobe, madera y paja, pieles de animales, utensilios de la época, herramientas, joyas… Ha sido realmente impresionante poder ver cómo vivía  este pueblo que hizo frente con tanta bravura a la invasión romana.
Cerca de allí, en la falda del Pico Tres Mares, hemos comido en un entorno incomparable como es el nacimiento del Ebro en Fontibre, donde nos hemos hecho una foto de grupo antes de iniciar la ruta hacia el último destino del día, que era el yacimiento arqueológico de Julióbriga, donde se conservan restos de esta ciudad romana construida en honor a Julio Cesar.


Un día espléndido en el que hemos hecho un recorrido por la historia que nos ha ayudado a comprender muchos aspectos actuales de nuestra cultura.

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