Día espléndido donde los haya,
tanto en cuanto al tiempo como en cuanto a la actitud de los muchachos.
Amanecía completamente nublado, como si estuviésemos en la ribera del Támesis.
Tras el día anterior con lluvias intermitentes durante casi todo el día, todo
parecía apuntar continuidad en el tiempo… Pero en Cantabria no hay dos días
iguales (esto unido a la bravura de los pueblos cántabros, es lo que desquició
a los romanos, y por eso pervivieron por estas tierras poco más de 200 años).
Pronto despejó y hemos tenido una mañana excepcional por las calles de la
capital.
hemos llevado
el mensaje de la SOLIDARIDAD a través de cantos, juegos y malabares, difusión
de libros, revistas y comics de Voz de los Sin Voz, y sobre todo, a través de
nuestra alegría y ganas de poder llevar esperanza a las personas. Hemos cantado
el himno del campamento, así como otras muchas canciones relacionadas con la
solidaridad y que los días de atrás hemos estado ensayando en el campamento.
También hemos hecho juegos malabares mientras nosotros mismos o nuestros
compañeros explicaban a los que se acercaban a nosotros, que millones de niños
en el mundo están privados del juego porque se les obliga a ser esclavos. A la
vez, difundíamos libros y revistas que pretenden acercar a los ciudadanos tanto
las causas de estos problemas como testimonios de esperanza en el mundo. Y las
personas que se nos acercaban, quedaban impresionadas de tanto entusiasmo y
alegría.
Ya por la tarde hemos disfrutado
de un chapuzón en la playa de los Peligros. Allí hemos podido subirnos a las
plataformas, tirarnos de cabeza y jugar en la arena. Una maravilla de playa en
plena Bahía de Santander.
Como decimos, un día espléndido
marcado por la alegría y el entusiasmo. Y por cierto, para quien esté pensando
en el origen del nombre de la playa en la que nos hemos bañado, que no crea que
es porque es peligrosa, sino porque en su día, antes de estar delimitada por
las boyas y las plataformas flotantes, era peligrosa porque la gente salía
nadando a media bahía, por donde entraban y salían los barcos y otras
embarcaciones del puerto, con el peligro que esto entrañaba…
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